!Salgamos con GoAut!

Mi hijo Aspie de 15 años está a un mes de un viaje escolar por el cual dormirá fuera de casa 5 días. Es primera vez que estará tantos días sin nosotros, sin sus rutinas. El no quiere ir. Nosotros queremos que vaya porque ya ha viajado antes y siempre empujarlo a participar en estos desafíos ha resultado ser muy beneficioso para él. A decir verdad, ya habíamos hablado del tema con él y pensamos que estaba casi convencido pero Nico tenia su plan de escape! El gran «PERO» era el viaje aéreo porque a él no le gustan ni las subidas ni las bajadas del avión. Tampoco le entusiasmaba la idea de que iba a una región de volcanes (le da absolutamente lo mismo la imponente belleza del sur de Chile y sus dramáticos paisajes), así que decidí usar el flujo de mi app con él para probarla y este fue el resultado:

Escogí un momento en donde él estaba tranquilo, de buen humor. Para suerte nuestra él quería mucho un juego de computadora. Le dije que feliz podríamos comprarle el juego como premio a su esfuerzo sí aceptaba a que lo ayudara a prepararse para ir a su viaje de estudio. Nico enseguida se puso muy ansioso y comenzó a dar vueltas por la sala. Lo convencí de sentarse a mi lado y ver los detalles del viaje y le aseguré que iba a sentirse mejor al ver lo que tenía que enseñarle.

Lo primero que le mostré fue el mapa de Chile en la web, le enseñé dónde estábamos nosotros (Santiago) y a dónde iba él (Puerto Varas):

Distancia en auto: 1016,1 km.
Tiempo en auto: 10 horas y 43 min.
Tiempo en avión: 1 hora y 45 min.

Luego de ver el mapa, mi hijo seguía igual de ansioso pero podía seguir escuchándome. Luego le mostré en detalle el itinerario de viaje que incluía visitas culturales, almuerzos, paseos a la nieve, al volcán, !!!ohhh, al volcán!!! (entró en pánico).

Luego del itinerario le mostré fotos del hotel donde se alojarían. Tenía hasta piscina temperada lo cual podía ser un gran gancho para él, sobre todo tomando en cuenta que estábamos apenas saliendo de invierno, pero creo que a estas alturas es muy probable que toda la información que le estaba entregando era solo ruido para sus oídos, estaba demasiado ansioso.

Le repasé las personas que estarían en el viaje con él: sus profesoras, sus compañeros de clases de hace 10 años, los guías especialistas en la zona cuya función, además de la pedagógica, era velar por la seguridad de todos los chicos y chicas que estaban viajando.

Por último le dibujé una de mis técnicas infalibles que uso desde que Nico era muy pequeño que básicamente es mostrarle visualmente que la actividad desconocida que va a realizar eventualmente finalizará y él volverá a su sitio de confort (que en este caso era volver a casa).  Es un dibujo muy sencillo que en realidad le habla a su inconsciente. Lo he hecho muchas veces y siempre funciona.

Pero al final de toda esta sesión mi Nico lloraba. No estaba contento con la idea de ir y seguía angustiado. Por un momento pensé que iba a ser imposible convencerlo y le dije que lo conversáramos nuevamente cuando se sintiera listo. Aún faltaba mas de un mes así que tendría tiempo suficiente para volver a sacar el tema y le dí un super abrazo (se deja abrazar por mí) y en general lo estuve conteniendo durante el día cuando veía que lo necesitaba.

Al día siguiente al volver de clases me preguntó en que habíamos quedado con su regalo. Su angustia de ayer se había aplacado por completo. Yo le dije que se lo iba a comprar si se abría a la posibilidad de ir al viaje. A la posibilidad de dejarme ayudarlo a obtener las herramientas que le permitirían viajar. Le dije que abrirse a la posibilidad era estar atento y dispuesto a aprender y aplicar las técnicas que le estaba enseñando con lo cual el viaje podría darse de una manera mas natural que si el se ponía en actitud de «no voy a poder». Además de estar de acuerdo,  fue capaz de contarme a que le tenía miedo (a su seguridad: volar y a los volcanes) con lo cual pude contenerlo y hablarle sobre hechos muy concretos (es mas seguro volar en avión que andar en auto y si hay actividad volcánica ellos serían alertados y evacuados del lugar).

El flujo de GoAut abrió la posibilidad de comunicación entre los dos. Me dió la posibilidad de mostrarle todas las posibles situaciones que le creaban angustia y al poder conversarlo le dió la seguridad que necesitaba para poder ir al viaje con más confianza.

UN MES MAS TARDE…

Falta sólo un día para el viaje. Ayer Nico salió con su padre 

UNA SEMANA MÁS TARDE…

El viaje fue todo un éxito, disfrutó cada minuto de la experiencia, volvió queriendo conversar (antes su interacción con nosotros era mas del tipo «si», «no»), volvió sintiendose mas parte del grupo y con una sensación de logro personal tremendo.